La lectura, un pasatiempo olvidado

La cultura de la imagen que se ha venido imponiendo en las últimas décadas ha traído como consecuencia que el entretenimiento de la lectura se convierta en una actividad cada vez menos popular en diversos sectores sociales.

No es de extrañar que los niños prefieran los muñequitos animados y los programas elaborados especialmente para ellos en vez de esos dibujitos quietos de las revistas que, además, no son tan baratas y se deterioran con facilidad.

Sin embargo, el hábito de la lectura es una costumbre que, como lavarse los dientes, peinarse y ser puntual con los horarios, debe ser inculcado desde la niñez por padres preocupados por la formación de sus hijos.

Las otras instancias a las que el fomento de la lectura debiera preocuparles son las escuelas, los maestros y las autoridades del sistema educativo, que aunque se hallen enfrascadas en la formulación de planes de largo plazo y complejos sistemas de planificación y evaluación, deberían trazar estrategias para recuperar el hábito de la lectura en las aulas y en los hogares.

Las estadísticas y los estudios de evaluación de la calidad de la enseñanza en América Latina, y de las destrezas desarrolladas por los estudiantes, muestran indicadores que alarman en cuanto a la escasa capacidad de los educandos para interpretar el contenido de los textos.

En países como Argentina, Chile y Perú, más del 80 por ciento de los estudiantes del bachillerato egresa sin haber desarrollado las destrezas del pensamiento formal, apenas sí desarrollan el pensamiento concreto, que es propio de niños menores de 15 años, cuando los bachilleres promedian los 17 y 19 años.

A esto se suma la pobreza de vocabulario, por ejemplo, los cálculos más optimistas determinan que un bachiller recién egresado apenas sí conoce entre 200 y 250 palabras, a lo que se suma un desconocimiento generalizado de la gramática y la normativa.

El enamoramiento de la sociedad actual de los sistemas electrónicos, además de relegar la lectura, genera hábitos poco saludables como el plagio, la cultura del copiado y pegado (copy-paste) de parte de estudiantes que para sus tareas escolares consultan sitios de Internet donde la información no siempre está correctamente editada ni es del todo exacta.

Estos son solo algunos de los problemas que la falta de lectura ha ido generando en las nuevas generaciones, y que la sociedad está obligada a debatir, pero antes que nada a tomar conciencia de que existen y que la solución no es tarea solamente de la escuela ni de los maestros, sino de los padres, de los formadores de opinión, y de todos los que tienen que ver con la formación de los hombres y mujeres del mañana.

Fuente: http://www.clavedigital.com

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Como bien se dice en este articulo, la lectura es algo maravilloso que se esta echando a perder. Durante los años ha sido una de las fuentes mas valiosas para lograr la inteligencia, amplitud de vocabulario ,mejor capacidad de comprensión y una agilidad mental.

No solo son los profesores, padres y madres los que deberían animar a sus alumnos/hijos para que estudiaran sinoque el propio adolescente debería darse cuenta que dejar a un lado la lectura es algo que perjudica su salud y desarrollo mental.

¿No es acaso la lectura una fuente inagotable de historias fantasticas que cada uno colorea en su mente?